Fue el tercero de la generación de una exitosa familia escocesa de diseñadores y constructores de yates en el pequeño pueblo de Fairlie.
En el mundo de la navegación a vela, el nombre «Fife» evoca y encarna la grandeza, las mejores cualidades que uno podría esperar en un yate clásico; la elegancia en estado puro, una excelente artesanía y un rendimiento en competición de primer nivel.
Los yates Fife son llamados los "Stradivarius" de los yates de vela
Se trata de codiciadas joyas de valor histórico, un privilegio que no estaba al alcance de cualquier armador de la época.
El Dragón de Fife
La belleza de líneas de sus barcos y calidad de construcción, fue una disciplina en la que nunca pudo ser superado y que le convierte en el mejor diseñador de todos los tiempos.
A simple vista se le reconocía en cualquier puerto o línea de salida de regata tiene el mismo efecto sobrecogedor.